Compraban coches siniestrados con su documentación original y la utilizaban en vehículos robados de la misma marca y modelo. Luego los ponían en circulación y contrataban pólizas con cobertura de robo y posteriormente denunciaban la sustracción para cobrar la indemnización. Así operaba la organización que ha sido desarticulada por la Policía Nacional y que estaba especializada en robo de vehículos y estafas a aseguradoras. Han sido detenidas cinco personas –cuatro en Torrejón de Ardoz (Madrid) y una en Lérida-. Tras reportar los supuestos siniestros a las compañías, desmontaban los coches y los dejaban abandonados hasta que eran recuperados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y solicitaban que fueran trasladados a un taller de su connivencia. Una vez allí, repetían otra vez los mismos pasos Las investigaciones comenzaron el pasado mes de enero cuando los agentes recibieron información sobre la recuperación de un coche robado que trataban «de manera insistente» de entregarlo en un taller de Madrid, Con la sospecha de que en el local estuviesen despiezando vehículos sustraídos y empleando las piezas en la reparación de otros turismos. Los agentes averiguaron que tras la apariencia legal de dicho taller concertado con las principales compañías aseguradoras, «se encuentra un grupo criminal dedicado de forma profesional al robo de vehículos y estafas a compañías aseguradoras. Asimismo habían perfeccionado distintas técnicas que utilizaban al objeto de no levantar sospechas, además de la reparación», detalla la Policía Nacional. El modus operandi consistía primero en comprar turismos siniestrados a desguaces o a particulares que habían tenido un accidente, para hacerse con la documentación original. «Posteriormente conseguían un coche robado igual en modelo y marca al comprado para utilizar la mencionada documentación, ponerlo en circulación y contratar una póliza de seguros que incluyera la cobertura por robo. Tras dejar pasar un tiempo prudencial denunciaban el robo del mismo para poder cobrar la indemnización», explica la Policía. Más tarde desmontaban el coche para dejarlo abandonado a la espera de que fuera localizado por alguien y una vez que esto sucedía, solicitaban que fuera trasladado a dicho taller donde repetían otra vez los mismos pasos. La organización realizaba esta actividad con varios coches a la vez y los aseguraban en distintas compañías, logrando aumentar la frecuencia de los siniestros y a la vez evitaban las investigaciones por parte de las autoridades al utilizar maneras diferentes que en principio no permitían establecer un patrón común. El doble beneficio lo obtenían por un lado al cobrar la indemnización de la aseguradora y, por otro, con el dinero obtenido por la venta del vehículo siniestrado y que había sido reparado con las piezas robadas.Compraban coches siniestrados con su documentación original y la utilizaban en vehículos robados de la misma marca y modelo. Luego los ponían en circulación y contrataban pólizas con cobertura de robo y posteriormente denunciaban la sustracción para cobrar la indemnización. Así operaba la organización que ha sido desarticulada por la Policía Nacional y que estaba especializada en robo de vehículos y estafas a aseguradoras. Han sido detenidas cinco personas –cuatro en Torrejón de Ardoz (Madrid) y una en Lérida-. Tras reportar los supuestos siniestros a las compañías, desmontaban los coches y los dejaban abandonados hasta que eran recuperados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y solicitaban que fueran trasladados a un taller de su connivencia. Una vez allí, repetían otra vez los mismos pasos Las investigaciones comenzaron el pasado mes de enero cuando los agentes recibieron información sobre la recuperación de un coche robado que trataban «de manera insistente» de entregarlo en un taller de Madrid, Con la sospecha de que en el local estuviesen despiezando vehículos sustraídos y empleando las piezas en la reparación de otros turismos. Los agentes averiguaron que tras la apariencia legal de dicho taller concertado con las principales compañías aseguradoras, «se encuentra un grupo criminal dedicado de forma profesional al robo de vehículos y estafas a compañías aseguradoras. Asimismo habían perfeccionado distintas técnicas que utilizaban al objeto de no levantar sospechas, además de la reparación», detalla la Policía Nacional. El modus operandi consistía primero en comprar turismos siniestrados a desguaces o a particulares que habían tenido un accidente, para hacerse con la documentación original. «Posteriormente conseguían un coche robado igual en modelo y marca al comprado para utilizar la mencionada documentación, ponerlo en circulación y contratar una póliza de seguros que incluyera la cobertura por robo. Tras dejar pasar un tiempo prudencial denunciaban el robo del mismo para poder cobrar la indemnización», explica la Policía. Más tarde desmontaban el coche para dejarlo abandonado a la espera de que fuera localizado por alguien y una vez que esto sucedía, solicitaban que fuera trasladado a dicho taller donde repetían otra vez los mismos pasos. La organización realizaba esta actividad con varios coches a la vez y los aseguraban en distintas compañías, logrando aumentar la frecuencia de los siniestros y a la vez evitaban las investigaciones por parte de las autoridades al utilizar maneras diferentes que en principio no permitían establecer un patrón común. El doble beneficio lo obtenían por un lado al cobrar la indemnización de la aseguradora y, por otro, con el dinero obtenido por la venta del vehículo siniestrado y que había sido reparado con las piezas robadas.
Compartir esta publicación