El próximo debate extenso sobre el seguro tiene que ver con el lucro cesante y si una póliza debe cubrir la interrupción de negocio sin que haya un daño material, tal y como decretó la Audiencia Provincial de Girona condenando a una compañía de seguros. Ayer, el Consejo General de los Colegios de Mediadores se pronunció ante este hecho: considera que las cláusulas deberían firmarse por escrito de manera obligatoria. El presidente de la institución, Javier Barberá, ser refirió al artículo 3 de la Ley de Contrato de Seguro (LCS) en relación al lucro cesante. Indicó que «esta cuestión se ha puesto sobre la mesa obligándonos a abrir una reflexión sobre su contenido». Apuntó que desde el organismo son partidarios de introducir cambios como regular «la incorporación al contrato de las condiciones generales e, incluso, de reglas de interpretación de éstas». Cree también que se debería sustituir el término ‘cláusula lesiva’ por ‘cláusula abusiva’ o la «conveniencia de que las exclusiones deban ser aceptadas por escrito». Afirma, en relación a las limitativas, que debería destacarse de forma especial y, «por supuesto, debería estar recogida específicamente la obligatoriedad de que el asegurado las aceptara por escrito». Cambios en la LCS Realizó estas declaraciones Barberá durante una jornada sobre la LCS organizada por CGPA Europe y donde abogó más por actualizar la norma que por aprobar una nueva. Básicamente indicó que en la situación política en la que vivimos con la dificultad de alcanzar consensos «no creemos necesaria una nueva ley». Agrega que llegado al caso, «me temo que sería imposible sacar su tramitación fuera del debate político, por lo que espero que se tarde bastante en proponer un nuevo texto». Por esa razón, el presidente apuesta más bien por «una reforma parcial para actualizar los aspectos que más se han alejado de la realidad del sector». Concretamente enumeró 3 aspectos claves: simplificación del lenguaje, adaptación a los cambios introducidos por las nuevas tecnologías y una regulación más detallada del papel del mediador en la consecución del contrato de seguros. Cree, sobre este último punto, que hay referencias al mismo en los requisitos de la póliza y en las comunicaciones al asegurador, «pero son inconexas y poco claras», considera.El próximo debate extenso sobre el seguro tiene que ver con el lucro cesante y si una póliza debe cubrir la interrupción de negocio sin que haya un daño material, tal y como decretó la Audiencia Provincial de Girona condenando a una compañía de seguros. Ayer, el Consejo General de los Colegios de Mediadores se pronunció ante este hecho: considera que las cláusulas deberían firmarse por escrito de manera obligatoria. El presidente de la institución, Javier Barberá, ser refirió al artículo 3 de la Ley de Contrato de Seguro (LCS) en relación al lucro cesante. Indicó que «esta cuestión se ha puesto sobre la mesa obligándonos a abrir una reflexión sobre su contenido». Apuntó que desde el organismo son partidarios de introducir cambios como regular «la incorporación al contrato de las condiciones generales e, incluso, de reglas de interpretación de éstas». Cree también que se debería sustituir el término ‘cláusula lesiva’ por ‘cláusula abusiva’ o la «conveniencia de que las exclusiones deban ser aceptadas por escrito». Afirma, en relación a las limitativas, que debería destacarse de forma especial y, «por supuesto, debería estar recogida específicamente la obligatoriedad de que el asegurado las aceptara por escrito». Cambios en la LCS Realizó estas declaraciones Barberá durante una jornada sobre la LCS organizada por CGPA Europe y donde abogó más por actualizar la norma que por aprobar una nueva. Básicamente indicó que en la situación política en la que vivimos con la dificultad de alcanzar consensos «no creemos necesaria una nueva ley». Agrega que llegado al caso, «me temo que sería imposible sacar su tramitación fuera del debate político, por lo que espero que se tarde bastante en proponer un nuevo texto». Por esa razón, el presidente apuesta más bien por «una reforma parcial para actualizar los aspectos que más se han alejado de la realidad del sector». Concretamente enumeró 3 aspectos claves: simplificación del lenguaje, adaptación a los cambios introducidos por las nuevas tecnologías y una regulación más detallada del papel del mediador en la consecución del contrato de seguros. Cree, sobre este último punto, que hay referencias al mismo en los requisitos de la póliza y en las comunicaciones al asegurador, «pero son inconexas y poco claras», considera.
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