De manera contundente el presidente de Espabrok, Domingo Elena, calificó 2020 «como el mejor de su historia» en cuanto a cifras y agradeció el «esfuerzo y trabajo de todos». Añadió en relación al Covid que «ha sido un año muy duro, con cambios internos y externos». Destacó, durante la celebración de la entrega de IX Premio Solidario de Espabrok, que el presente año ofrece retos como la competencia en precio, la mayor exigencia de los clientes y la «dichosa» banca. Anticipó que estas cuestiones serán analizadas por el consejo de administración del grupo en la reunión que está prevista para hoy. En cuanto a los números señaló que las corredurías de Espabrok intermediaron un total de 230 millones de euros en primas y lograron el objetivo de entrar en el presente año con más de un centenar de asociados, además de contar ya con presencia en 41 provincias. Respecto a la labor de sus 6 meses de mandato -se cumple ahora precisamente un año desde que el anterior presidente, Silvino Abella, informara de que no se presentaba a la reelección- se han renovado los protocolos con todas las compañías de seguros con el fin de «proporcionar estabilidad a las corredurías», además de diseñar nuevos productos para jóvenes y en negocios como Salud y Decesos que en un futuro tendrán más fuerza. Otra de las medidas tomadas por la nueva dirección fue implementar un nuevo modelo territorial «para poder llegar mejor a todos», apuntó. Añadió Elena que Espabrok es una entidad de «altura», que mira al horizonte «con sólidos cimientos» y resaltó la importancia de contar con un consejo directivo «unido, ilusionado y unificado». Objetivos El director gerente de la organización, Luis López Visús, abrió el encuentro y entre otras cuestiones enumeró la hoja de ruta que seguirá Espabrok este año y que resumía en cuatro puntos: ser motor de crecimiento y desarrollo de negocio, implementar un cambio estructural que ponga el foco de manera clara en el cliente y en un entorno de omnicanalidad, calidad de asesoramiento y dotar de tecnología a todas las iniciativas y, como cuarto objetivo, ser líderes y ser percibidos así para alcanzar la excelencia como mejor organización y mejores corredurías, aseveró. Aprovechó también la ocasión para señalar que 2020 ha sido un año «tremendamente atípico» que «nos ha obligado a reinventarnos de forma diaria, a hacer cosas diferentes, a ir más rápido que los competidores». Alabó los «extraordinarios» resultados y reclamó a la organización nuevos deseos de «mirar para adelante, ambicionar, asumir nuevos retos». Estrenarse en Whatsapp a los 80 Junto a estas consideraciones más de negocio, Espabrok entregó su tradicional premio solidario. En esta edición se presentaron 360 iniciativas, con un incremento del 22% frente a las 294 de un año antes. El proceso comenzó el pasado 30 de noviembre y la finalista se decidió el 8 de enero. Indicó López Visús, a la vez que destacaba que en la presente era digital el factor humano es y será un elemento diferenciador, que la mayoría de los proyectos han tenido relación con la lucha contra la discriminación, los derechos humanos, la infancia, la discapacidad o la salud, entre otros elementos. El IX Premio Solidario de Espabrok ha recaído en la presente edición en la Fundación Amigos de los Mayores, uno de los colectivos «más letalmente castigado por el virus» y cuyo «trabajo no está compensando», explicó el presidente de Espabrok. Ester Gil, desarrolladora de acción social de la fundación en Madrid, detalló de manera emocional las repercusiones del Covid y el aislamiento en los mayores durante este año de pandemia. Señaló que este colectivo ha sido un ejemplo de no rendirse nunca y destacó acciones como aprender a utilizar Whatsap a los 70, 80 o 90 años para poder relacionarse con los nietos. Aseguró que los mayores han dado lecciones durante este tiempo por su capacidad de resiliencia, de mantenerse en pie cuando se desmorona todo y apuntó que «así da gusto envejecer, es un privilegio» y dejó el recado de aprender como sociedad «que envejecer debería ser un orgullo». Bernardo Garrido, representante de la fundación, agradeció el reconocimiento y destacó la importancia del trabajo de los 2.789 voluntarios a través de ‘llamadas amigas’ telefónicas. Al finalizar sus palabras dejó la reflexión del día acerca de la importancia de trabajar con mayores dicha por uno de los voluntarios: «No podemos añadir días a sus vidas, pero sí vida a sus días».De manera contundente el presidente de Espabrok, Domingo Elena, calificó 2020 «como el mejor de su historia» en cuanto a cifras y agradeció el «esfuerzo y trabajo de todos». Añadió en relación al Covid que «ha sido un año muy duro, con cambios internos y externos». Destacó, durante la celebración de la entrega de IX Premio Solidario de Espabrok, que el presente año ofrece retos como la competencia en precio, la mayor exigencia de los clientes y la «dichosa» banca. Anticipó que estas cuestiones serán analizadas por el consejo de administración del grupo en la reunión que está prevista para hoy. En cuanto a los números señaló que las corredurías de Espabrok intermediaron un total de 230 millones de euros en primas y lograron el objetivo de entrar en el presente año con más de un centenar de asociados, además de contar ya con presencia en 41 provincias. Respecto a la labor de sus 6 meses de mandato -se cumple ahora precisamente un año desde que el anterior presidente, Silvino Abella, informara de que no se presentaba a la reelección- se han renovado los protocolos con todas las compañías de seguros con el fin de «proporcionar estabilidad a las corredurías», además de diseñar nuevos productos para jóvenes y en negocios como Salud y Decesos que en un futuro tendrán más fuerza. Otra de las medidas tomadas por la nueva dirección fue implementar un nuevo modelo territorial «para poder llegar mejor a todos», apuntó. Añadió Elena que Espabrok es una entidad de «altura», que mira al horizonte «con sólidos cimientos» y resaltó la importancia de contar con un consejo directivo «unido, ilusionado y unificado». Objetivos El director gerente de la organización, Luis López Visús, abrió el encuentro y entre otras cuestiones enumeró la hoja de ruta que seguirá Espabrok este año y que resumía en cuatro puntos: ser motor de crecimiento y desarrollo de negocio, implementar un cambio estructural que ponga el foco de manera clara en el cliente y en un entorno de omnicanalidad, calidad de asesoramiento y dotar de tecnología a todas las iniciativas y, como cuarto objetivo, ser líderes y ser percibidos así para alcanzar la excelencia como mejor organización y mejores corredurías, aseveró. Aprovechó también la ocasión para señalar que 2020 ha sido un año «tremendamente atípico» que «nos ha obligado a reinventarnos de forma diaria, a hacer cosas diferentes, a ir más rápido que los competidores». Alabó los «extraordinarios» resultados y reclamó a la organización nuevos deseos de «mirar para adelante, ambicionar, asumir nuevos retos». Estrenarse en Whatsapp a los 80 Junto a estas consideraciones más de negocio, Espabrok entregó su tradicional premio solidario. En esta edición se presentaron 360 iniciativas, con un incremento del 22% frente a las 294 de un año antes. El proceso comenzó el pasado 30 de noviembre y la finalista se decidió el 8 de enero. Indicó López Visús, a la vez que destacaba que en la presente era digital el factor humano es y será un elemento diferenciador, que la mayoría de los proyectos han tenido relación con la lucha contra la discriminación, los derechos humanos, la infancia, la discapacidad o la salud, entre otros elementos. El IX Premio Solidario de Espabrok ha recaído en la presente edición en la Fundación Amigos de los Mayores, uno de los colectivos «más letalmente castigado por el virus» y cuyo «trabajo no está compensando», explicó el presidente de Espabrok. Ester Gil, desarrolladora de acción social de la fundación en Madrid, detalló de manera emocional las repercusiones del Covid y el aislamiento en los mayores durante este año de pandemia. Señaló que este colectivo ha sido un ejemplo de no rendirse nunca y destacó acciones como aprender a utilizar Whatsap a los 70, 80 o 90 años para poder relacionarse con los nietos. Aseguró que los mayores han dado lecciones durante este tiempo por su capacidad de resiliencia, de mantenerse en pie cuando se desmorona todo y apuntó que «así da gusto envejecer, es un privilegio» y dejó el recado de aprender como sociedad «que envejecer debería ser un orgullo». Bernardo Garrido, representante de la fundación, agradeció el reconocimiento y destacó la importancia del trabajo de los 2.789 voluntarios a través de ‘llamadas amigas’ telefónicas. Al finalizar sus palabras dejó la reflexión del día acerca de la importancia de trabajar con mayores dicha por uno de los voluntarios: «No podemos añadir días a sus vidas, pero sí vida a sus días».
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